Pablo González de Castejón – 27/02/2018
Actuall
En el informe anual sobre derechos humanos que elabora EE. UU. se ha eliminado la terminología proabortista y la demócrata salta diciendo que el aborto es un derecho humano.
Cualquier cambio que realiza la administración de Donald Trump con respecto al aborto, por pequeño que sea, tiene respuesta en el partido demócrata. Pero esta vez hasta la excandidata demócrata Hillary Clinton ha puesto el grito en el cielo.
Resulta que el Gobierno de EE. UU. está retocando la terminología del informe proabortista que realiza anualmente sobre los derechos humanos en el mundo y que muchas organizaciones y personas utilizan para sus causas.
Desde activistas chinos hasta legisladores norteamericanos utilizan este informe que este año deja de usar términos como ‘derechos reproductivos de la mujer’ -en referencia al aborto-.
De hecho, el título de la sección referido a este apartado pasará de llamarse “Derechos reproductivos” a “Coerción en el control de la población”, según delató una fuente anónima del departamento de exteriores que se mostraba en contra.
Y es que este cambio de criterio, que la administración Trump ya ha implantado en otros informes internos, proviene de la oficina del secretario de estado, Rex Tillerson, con una clara intención de provocar un cambio o un debate en la ONU.
La ex primera dama publicó en Twitter que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”
Pero antes de que se publique el resultado final algunas de las voces más autorizadas del partido demócrata han atacado esta decisión, entre ellas la candidata a la Casa Blanca en las últimas elecciones Hillary Clinton.
La ex primera dama publicó en Twitter que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”, en una clara referencia a que el aborto debe ser un ‘derecho humano’. Una actitud que según defiende ella misma se logró en 1995 y no se puede recular al respecto.
A ella se le unieron el senador de los Estados Unidos Robert Menendez, un demócrata proabortista de Nueva Jersey, y Ty Cobb, director del programa mundial de la Campaña por los Derechos Humanos.
“Estoy profundamente alarmado de leer los informes en los que el Secretario Tillerson intenta diluir o eliminar secciones críticas sobre los derechos humanos relacionados con los derechos de las mujeres” comentó Menéndez en un comunicado. Su compañero Cobb fue más allá y calificó la medida de “desmesurada”.
Pero desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca esta ha sido una de sus prioridades, como la de cortar la financiación de la multinacional del aborto Planned Parenthood, a la que dejó sin fondos en el ámbito internacional al retomar la política de Ciudad de México y a la que ahora pretende cortar también los nacionales en los presupuestos para el año 2019.