Una inspección sanitaria reveló que el centro aprobaba abortos tras hablar por teléfono con las futuras madres personal sin formación médica en vez de tratarlas en persona los cirujanos.
Médicos de la cadena británica de centros de aborto Marie Stopes, uno de los mayores proveedores del mundo, autorizaban intervenciones por teléfono sin haber explorado a la paciente, como recomienda la ley británica, según ha publicado el Daily Mail.
Una inspección realizada por el organismo de control de Salud detectó que muchas aprobaciones de abortos se basaban sólo en un resumen de una llamada telefónica, algunas de solo unos 22 segundos, en los que la mujer embarazada le transmitía a un trabajador del centro -sin formación médica- su deseo de abortar.
Incumplimientos en base a la legalidad
Aunque los médicos no están obligados a conocer a una mujer antes de practicarle un aborto, el Departamento de orientación de la Salud lo recomienda. Es por eso que los médicos deben ser capaces de demostrar que han firmado el aborto después de ayudar ‘de buena fe’ a la paciente, para alegar que se ha cumplido con la legalidad.
La ley establece una serie de condiciones se deben cumplir antes de que un aborto sea aprobado, tales como que “la continuación del embarazo implique un riesgo de daño a la salud física o mental de la mujer embarazada ‘.
Las preocupaciones de que los médicos estaban firmando abortos basados únicamente en las conversaciones telefónicas se plantearon el año pasado por el organismo de control de la salud, la Comisión de Calidad de Atención (CQC), que inspeccionó a las clínicas Marie Stopes durante el mes de abril y publicó un informe al respecto en diciembre.
Tras revelarse los datos de la inspección se desató un un gran escándalo que dio lugar a la suspensión de algunos servicios en los abortorios.
Los inspectores de la clínica Marie Stopes en Maidstone, Reino Unido, expresaron su preocupación por el hecho de que cuando se daba el visto bueno de la base legal para un aborto, ‘los dos médicos que lo certificaban no solían presentarse al paciente antes de la intervención quirúrgica’.
Una veintena de formularios de consentimiento en tiempo récord
También hubo serias preocupaciones acerca de los formularios de consentimiento, ya que los médicos firmaban en torno a una veintena en dos minutos, sin conocer previamente a las mujeres a las que se les iba a practicar el aborto.
En este contexto, los inspectores prohibieron los abortos en Marie Stopes alegando que no se garantizaba la seguridad de las mujeres. Poco después los centros anunciaron mejoras para que esta prohibición se levantara. Sin embargo, algunas investigaciones posteriores reflejan que las irregularidades continúan.
Al respecto se pronunció Paul McPartlan, director gerente de Marie Stopes en Reino Unido: “Nos gustaría tranquilizar a las mujeres diciéndoles que nuestros servicios cumplen plenamente con la ley del aborto Reino Unido. Tras las inspecciones realizadas por la Comisión de Calidad de Atención nos tomamos las preocupaciones planteadas muy en serio. Desde entonces, hemos trabajado mucho para hacer frente a estos problemas y continuamos trabajando estrechamente con la Comisión’.