Aborto

Así maniobra el lobby del aborto en un país con leyes provida

Imagen referencial / Free Stock Photo (Dominio Público)

Imagen referencial / Free Stock Photo (Dominio Público)
ASUNCIÓN, 29 Mar. 17 / 08:01 pm (ACI).- Un país como Paraguay, en el que el aborto está penalizado en todos sus casos, debe enfrentar seria presiones internacionales para cambiar su legislación, que van desde manipulación de casos de embarazos vulnerables hasta amenazas de tipo económico.

Para Marcela Bordón, abogada y activista provida en Paraguay, lo que busca el lobby del aborto “es cambiar una cultura, la mentalidad de las personas manipulando la realidad y las necesidades”.

Bordón explicó a ACI Prensa algunos elementos para comprender la estrategia del lobby abortista para lograr ingresar en un país provida y modificar sus leyes.

Buscar un ‘caso emblemático’

Bordón explicó que el lobby del aborto busca siempre un “caso emblemático” de embarazo vulnerable para poder manipularlo a su favor y presentarlo como un referente ante los organismos internacionales.

En Paraguay, por ejemplo, ocurrió en 2015 con el caso de una niña de 11 años que era abusada por su padrastro y luego de reiterados abusos quedó embarazada.

“Las ONGs abortistas lo primero que hicieron fue acercarse a la madre, que estaba bastante conmocionada, y la manipularon para que firme un documento en el que dejaba que estas organizaciones la representen exigiendo al estado paraguayo que le permita abortar”.

Los abortistas llevaron el documento firmado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que le envió al estado paraguayo “una especie de intimidación de que informe acerca del verdadero estado de salud de la niña y que le permita abortar”.

El estado paraguayo “respondió conforme a su Carta Magna: primero que todo, no vamos a autorizar ninguna injerencia de un organismo internacional que nos diga qué hacer. Segundo: el derecho a la vida es un derecho constitucional y ambas vidas se van a proteger”.

“Tercero: la niña está bien, se le está conteniendo y no tenemos ninguna obligación de estar publicitando o exponiendo su integridad, porque ella va a seguir viviendo y tiene que tener una vida normal”.

Pese a que “la madre de la niña desmintió haber pedido el aborto, el lobby siguió presionando porque en realidad no les importaba ella sino un caso emblemático que manipular”.

Presión económica

La abogada explicó que diversos organismos financieros como el Banco Interamericano de Desarrollo y otros fondos internacionales que apoyan a los países en vías de desarrollo, “ponen muchas veces como condicionante la legalización del aborto”.

“Las organizaciones abortistas consiguieron con el tiempo que para que un país sea realmente respetuoso de los derechos humanos tiene que ir viendo la forma de legalizar el aborto”, explicó Bordón.

“En Paraguay, por ejemplo, somos un país pequeño y necesitamos mucho apoyo de los organismos internacionales para desarrollarnos. Sin embargo, una de las condicionantes siempre es modificar las leyes sobre el aborto para seguir contando con el visto bueno del sistema internacional de derechos humanos”, señaló.

Se trata de una presión monetaria, ya que en el aborto “todo gira en torno al dinero”.

Manipular el discurso para “empoderar” la mujer

De otro lado, el lobby del aborto “manipula el discurso de empoderamiento de la mujer y así es muy fácil confundir a la gente y hacer creer que el aborto es casi la única forma de empoderarla”.

Si se tomaran en serio este discurso, “deberían también presionar por un sistema de salud eficiente para la madre que sí quiere tener a su hijo, además de un trabajo seguro, una mejor educación, etc”.

Con esto, lamentó la experta, “el discurso de empoderamiento de la mujer se vuelve un discurso casi de moda y en realidad la gente no lo está analizando”.

Para enfrentar esta realidad, Bordón destacó la importancia de “vincular a los jóvenes con la realidad social, la desigualdad, la pobreza y el derecho a la vida como un derecho fundamental”.

“Los países de América Latina tenemos que vincularnos con la realidad, confrontarla, acompañar y tratar de ayudar a esas personas a salir de la pobreza, porque son la población más manipulada”, sostuvo.

“Ahondando en un sentido crítico de los jóvenes podemos hacer frente a una cultura de la muerte”, concluyó