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REDACCIÓN CENTRAL, 15 Jun. 16 / 05:07 pm (ACI).- A diez años de la despenalización del aborto en Colombia con una sentencia de la Corte Constitucional, el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, denunció que “ese falso ‘derecho’ ha profundizado la desigualdad entre las mujeres”.
En su sentencia C-355/06 del 10 de mayo de 2006, la Corte Constitucional de Colombia despenalizó el aborto para casos de violación, riesgo de vida de la madre y malformaciones graves del niño en el vientre.
Esta despenalización se realizó de la mano de organismos no gubernamentales feministas como Women’s Link Worlwide.
Uno de los mayores críticos de esta decisión, y defensor en el ámbito jurídico del derecho a la vida y la familia en Colombia en estos diez años, ha sido el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, lo que le ha valido numerosos ataques desde el flanco de los promotores del aborto.
En entrevista concedida a ACI Prensa, Ordóñez advirtió que tras la sentencia de la Corte Constitucional “hay una pequeña élite de hombres, en mayor medida, pero también de mujeres, que ven como benéfica la legalización del aborto ya que pueden darle una mayor legitimidad social a sus estilos de vida”.
El aborto, lamentó, se ha convertido en “una especie de ‘seguro’ a la fallas de los métodos de anticoncepción, un método de planificación de última instancia que les permite tener más control sobre la realización de sus ‘deseos’, que ahora nuestro juez Constitucional los considera como fuente de derechos etc.”.
Por otro lado, advirtió, “están las mujeres que a raíz de la legalización del aborto son más vulnerables a la presión social de quienes se podrían verse ‘incomodados’ por el nacimiento de un nuevo hijo”.
Entre estas personas se encuentran “desde abusadores sexuales, hasta familiares como el papá, abuelos y otros como clínicas abortistas o funcionarios públicos que piensan que es necesario hacer una especie de ‘limpieza social’ de futuros delincuentes antes de que nazcan”.
“Así, para estas últimas mujeres el aborto se ha convertido en ‘obligatorio’ en muchas circunstancias, ya que el Estado y la cultura se ha volcado hacia la promoción y legitimación del aborto”.
El Procurador criticó que no se han promovido “alternativas a las dificultades que se le presentan a las gestantes”, por lo que ellas ahora “están más solas cuando los embarazos (son) difíciles y muchas veces terminan cediendo a la presión del ambiente y de los ‘interesados’ en la desaparición del bebé”.
“Desde esa perspectiva, entonces, digo que se está profundizando la inequidad entre las mujeres pudientes y las menos pudientes –que como siempre, son las peores víctimas–, a raíz de la gradual desaparición de una cultura que convocaba la solidaridad de todos alrededor de la mujer gestante”.
Ordóñez denunció la “cultura de la muerte”, que sacrifica “a los propios hijos en el altar del culto a uno mismo”.
“Esta cultura solo trae violencia, aunque no sea necesariamente cruenta ni armada, sino una violencia de desprecio hacia Dios, hacia el prójimo, hacia el don de la vida, hacia los bienes morales, y que lenta e imperceptiblemente va aniquilando la solidaridad, a la vez se enaltece el individualismo radical y nos termina entregando a la esclavitud de las pasiones”.
El Procurador General de la Nación advirtió además que “un Estado y una sociedad que atenta contra la familia y contra la vida –con el aborto, la eutanasia, el suicidio asistido, el consumo de drogas–, que le niega a los padres el derecho a escoger la educación de sus hijos, no es una sociedad en paz, sino una sociedad violenta, enferma”.
“Es una sociedad donde sus autoridades instituidas para promover y proteger el bien común ejercen violencia institucional contra la vida, la Familia y la juventud”, señaló.
¿Se puede revertir la despenalización del aborto en Colombia?
Ordóñez explicó que es necesaria “una reforma al control constitucional” para prevenir “que el poder supremo del Estado caiga en manos de activistas que so pretexto de realizar los controles de constitucionalidad impongan su ideología”.
Actualmente, explicó, en Colombia ya “existen mecanismos de reforma constitucional que permitirían restaurar la protección a la vida y la familia” dispuestos en la Constitución del país, sin embargo “mientras exista una Corte Constitucional con el poder que hoy tiene, es claro que cualquier tipo de protección y garantía constitucional será insuficiente y frágil”.
“Por otra parte, la única garantía real para la defensa de la vida y la familia realmente efectiva es una cultura que comprenda la naturaleza y la importancia del respeto a la vida y a la familia”.
El Procurador destacó que el ámbito más importante para combatir la cultura de la muerte es en el testimonio de cada persona.
“La cultura la hacemos cada uno de nosotros con nuestro testimonio en la vida cotidiana y, también, en la vida pública, que bien llevada –es decir, al servicio del bien común)–, es una fundamental obra de caridad”, señaló.