El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha defendido la postura de no despenalizar el aborto a pesar de la intensa campaña que se ha puesto en marcha en este país.

Cartes se opuso al aborto de una menor de diez años violada por su padrastro y que finalmente dio a luz el pasado mes de septiembre. De hecho, esta declaración le costó numerosos ataques tanto en Paraguay como en el extranjero.

De hecho, el Gobierno de Cartes recibió el pasado mes de mayo una denuncia radicada en la sede de la ONU en Ginebra en el que se los acusaba de “no cumplir con su responsabilidad de actuar con la debida diligencia en el caso de esta menor”. Además, y según asegura Perú Católico, el Parlamento Europeo también pidió a Paraguay garantizar el aborto, pero Cartes no cedió a ninguna de estas presiones.

El presidente de Paraguay explicó que “hicimos lo que nos dictó la conciencia, lo que manda la Constitución y lo que mandan nuestras convicciones religiosas. Somos más de un 80% de católicos en Paraguay”. Y añadía que “a quienes proponían que aborte esa chica, podían pasar dos cosas: una vida menos, seguro. Podían ser dos vidas menos”.

Sin embargo, Cartes reconoció que “fueron momentos de mucha tensión”, pero que finalmente hoy “la madre está viva, la hija también. Están bajo cuidado, conforme manda la Constitución y conforme a los dictados de la Iglesia”.

Actualmente, en Paraguay la legislación sólo permite abortar en caso de que la vida de la madre esté en peligro.