Expertos de la ONU niegan actuación indebida ante Asamblea General
NUEVA YORK, 23 de octubre (C-Fam) Funcionarios y expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas estuvieron a la defensiva por promover el aborto y la homosexualidad en su visita anual a la Asamblea General, en la sede neoyorquina de la ONU, esta semana.
El Presidente del Comité de Derechos Humanos, el argentino Fabián Salvioli, se mostró azorado por acusaciones de delegaciones que sostenían que el comité de expertos que él lidera busca imponer nuevas obligaciones a los estados miembros, que jamás fueron acordadas en tratados de las Naciones Unidas, y por denuncias de que procede «excediendo su mandato», comodín que refiere a todo abuso de autoridad por parte de funcionarios de la ONU.
«¡El CDH jamás actúa excediendo su mandato! Siempre actuamos dentro del ámbito de acción establecido por el tratado», dijo Salvioli a los delegados durante la visita anual a la Asamblea General que realizan expertos de la ONU procedentes de Ginebra, donde tiene lugar la mayor parte del trabajo de la Organización en materia de derechos humanos.
Salvioli preside un comité que registra y evalúa la implementación del tratado de la ONU sobre derechos civiles y políticos. Él y el más alto funcionario de derechos humanos de la ONU, ZeidRa’ad Al Hussein, fueron el blanco de la peor parte de las críticas.
Se supone que las visitas de los expertos y funcionarios de Ginebra a la Asamblea General son diálogos amistosos e informales para felicitar y confirmar la labor de los funcionarios de la ONU en materia de derechos humanos. Pero, inevitablemente, estos intercambios se vuelven hoscos porque los burócratas de la Organización a menudo amplían los límites de lo que es aceptable para los estados miembros.
Salvioli respondió a las acusaciones de Nigeria (entre otras delegaciones que manifestaron sus inquietudes) que sostenían que el comité buscó ampliar de forma unilateral las obligaciones de los estados parte para incluir el «aborto libre» y derechos especiales nuevos basados en las preferencias y conductas sexuales de personas que se identifican como lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT).
La delegación egipcia y el Grupo de África, comprendido por 54 países, también efectuaron acusaciones específicas.
«Cualquier avance en las leyes de derechos humanos debe tener lugar dentro de consultas intergubernamentales abiertas y transparentes», dijeron los egipcios. «Nos oponemos a todo intento de codificar nuevas normas fuera del contexto de las consultas intergubernamentales», añadieron.
El grupo africano mostró preocupación ante el hecho de que los expertos en derechos humanos no respetaron las «prioridades nacionales» ni los contextos y tradiciones «sociales, culturales y religiosos».
Tanto Egipto como los africanos instaron a los expertos de derechos humanos a privarse de «interpretaciones vagas y generalizaciones de principios» y «abstenerse de imponer normas culturales estrechas» (referencia velada a la promoción de la aceptación social de la homosexualidad por parte de expertos en derechos humanos y funcionarios de la ONU).
China, Rusia y Bielorrusia estuvieron entre las delegaciones que también insistieron en que el sistema de derechos humanos se limitara a desempeñar su mandato sin buscar crear nuevas obligaciones para los estados miembros de la ONU careciendo de autoridad para hacerlo.
«No tenemos interés en ampliar las obligaciones que no están en el tratado», dijo Salvioli, negando cualquier aspiración ambiciosa durante el intercambio. El comité a su cargo actualmente está evaluando si fabrica un derecho al aborto a través del tratado de la ONU sobre derechos civiles y políticos.
Zeid también negó transgresión alguna. Insistió en que el mecanismo de derechos humanos que dirige no crea ninguna obligación nueva. «Estas no son obligaciones que creamos», sostuvo. Los estados miembros de la ONU se han quejado una y otra vez de que el sistema de derechos humanos está promoviendo derechos especiales nuevos basados en la preferencia y la conducta sexual, sin fundamento alguno en el derecho internacional vinculante.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano