¿Qué haría hoy von Galen? Una reflexión de Jaime Urcelay
Cuando Teresa García-Noblejas publicó en este mismo blog su breve pero sustanciosa reseña de la biografía del Cardenal von Galen (ver Líderes para la Historia: von Galen) descubrí a un gigante del que hasta entonces apenas tenía alguna referencia. Me pareció, además, una figura de mucha actualidad.
Aquello me supo a poco y, buscando algún libro en español en el que ampliar la información, di con Un obispo contra Hitler. El beato von Galen y la resistencia al nazismo, de la periodista italiana Stefania Falasca (*).
El libro me ha gustado, si bien no es propiamente, como yo esperaba, una biografía completa del que fue conocido como León de Münster. Es más bien lo que cabe deducir del subtítulo de la obra: una investigación, llevada a cabo con un método científico serio y después narrada de manera divulgativa, de la heroica resistencia de von Galen al nazismo.
Y el libro es algo más: es una paralela aclaración, soportada con un abrumador rigor documental, de la total coincidencia del Obispo de Münster y el Papa Pío XII en su juicio sobre las aberraciones del nacional-socialismo -en la doctrina y en la praxis- y sobre los métodos que debían utilizarse para la resistencia.
Mucho se podría comentar sobre lo que narra y documenta este interesantísimo libro, pero, entre muchas posibles, me gustaría destacar ahora cinco ideas sobre von Galen y su entorno:
- Von Galen no fue solamente un valiente defensor de la Iglesia Católica frente a los constantes atropellos y arbitrariedades de Hitler y la Gestapo, sino que se erigió en un eficaz baluarte de la ley natural y de los derechos humanos de todos, haciendo y diciendo lo que otros no se atrevían ni a decir ni a hacer(Benedicto XVI, en su beatificación).
- Su libertad y fortaleza en la tenaz resistencia frente a las injusticias del nazismo las empleó también, de forma coherente, en sus impresionantesdenuncias de los bombardeos aliados de objetivos civiles y de los abusos cometidos por las autoridades y las tropas aliadas al liberar Alemania, así como de la injusta imputación de culpabilidad a todo el pueblo alemán por lo ocurrido entre 1933 y 1945.
- Al conocer los textos de sus desafíos contra los abusos del nazismo –de manera especial, sus tres impresionantes predicaciones de julio-agosto de 1941- estremecen los paralelismos con algunas situaciones de hoy mismo. Y me refiero en particular al tema de la imposición de la ideología del Estado en las escuelas y a la sistemática eliminación de aquellos cuya vida era considerada inútil, no productiva.
- Personalmente me ha interesado siempre mucho el tema de la resistencia civil al nazismo y su culminación en el atentado contra Hitler en 1944, pero no conocía bien cuál había sido la postura del conjunto del episcopado alemán frente a la tiranía. Me han llamado la atención la división del episcopado y la pusilanimidad de algunos obispos, para quienes von Galen fue una especie de aguafiestasincómodo que no hacía más que poner en evidencia su tibieza.
- La lectura de la correspondencia de von Galen con Pío XII, inédita en parte hasta la publicación del libro de Falasca, engrandece aún más la figura de Pacelli a través de sus constantes desvelos por el pueblo alemán y su firmeza frente al nazismo, lo que hace aún más injusta, si cabe, la literatura que ha tratado de manchar su memoria.
Como expresa el Cardenal Saraiva al final del Epílogo del libro que he comentado, la extraordinaria historia del León de Münster nos invita hoy, en definitiva, a no perder nunca la esperanza y a comprometernos a favor de la verdad contra la mentira.
Jaime Urcelay