Un Holocausto Silencioso Que Acabará
Andrea Garzón | February 17, 2015
La realidad internacional del aborto es totalmente impactante. La mayoría de países han aprobado parcial o de manera total el aborto en sus políticas y legislaciones internas. Parcial, cuando por medio de una sentencia, como es el caso de Colombia, han aprobado el aborto en 3 casos especiales, y total hace referencia a que el aborto es completamente legal sin importar la causa.
Sumado a ello, organizaciones internacionales como la ONU y diversas ONG´s ejercen constante presión a todos los países para que implementen programas políticos, sociales y de salud para que la práctica de los abortos sea total, argumentando que se debe ofrecer a todas las mujeres “aborto legal y seguro” y que este sea un derecho que a toda mujer se le debe garantizar.
Pero, partamos de dos principios fundamentales. El primero, hace referencia a que el aborto está siendo entendido como “legal y seguro”, ¿verdad? Estas premisas, teniendo en cuenta TODO lo que implica en realidad un aborto, ni siquiera cumplen con su objetivo. ¿A que me refiero? Cuando hablamos de algo legal y seguro, se entiende y a simple vista se asume que, está regulado por el Estado, que lo exige, que si éste se lleva a cabo no será enjuiciado ni acusado. Por ende que cumple con todas las normas de salubridad, higiene, control y garantías, al ser un procedimiento invasivo en el cuerpo de la mujer. Esto, más o menos nos lleva a pensar que un procedimiento así, es “como” una cirugía cualquiera y se acaba el problema o hace parte de un tratamiento. Ahora, ¿será que al hacer que se cumpla todo loanteriormente mencionado, los Estados están ofreciendo todas las garantías a las mujeres, como acompañamiento psicológico antes durante y después de un aborto o así mismo el seguimiento médico?
Seguro que NO en todos los países que siguen la dinámica de aborto legal y seguro invierten en la uno, la regulación, dos, el acompañamiento y tres, la información completa de las implicaciones que tiene un aborto, o por lo menos, Colombia, esto no ocurre.
Segundo, el hecho de que pretendan exigir el aborto como derecho, no solo va en contravía del primer y fundamental derecho de todo ser humano que es la vida, sino que al mismo tiempo atenta contra esta, imposibilitando que una persona potencial, se desarrolle para poder ejercer todos sus demás derechos fundamentales. Además es importante recordar que ni siquiera la ONU ha aceptado que el aborto sea un derecho fundamental, por más que la agenda abortista internacional este incursionando en cada país por medio de litigios estratégicos, éste, como mecanismo de implantación de la cultura de la muerte de una forma directa.
Debemos hablar claro de TODO lo que implica un aborto. El lenguaje que se ha venido manejado frente a este tema, en realidad es aterrador, porque quienes lo defienden argumentan que esto es un asunto de los derechos de la mujer sobre su cuerpo, sus propias decisiones, en suma la libertad que tiene de decidir sobre sí misma, su sexualidad, sus relaciones afectivas, etc. Y es que eso no es del todo malo. Yo creo que cada mujer es autónoma, libre de desarrollarse y crecer personal e incluso espiritualmente como esta elija, pero de ahí a que decida sobre la vida de otro ser humano, indefenso y sin ninguna culpa de venir al mundo, hay una distancia enorme.
Volviendo al asunto de “aborto legal y seguro”, me llena de duda saber que tan seguro puede ser un aborto, cuando no hay control suficiente en las entidades que los hacen, o no hay un seguimiento a las mujeres que luego de tener un aborto pueden tener infecciones, desprendimiento de órganos internos, la posibilidad de perder la capacidad de volver a tener hijos y hasta la propia muerte. Pero eso es lo que en realidad no nos cuentan a las mujeres, nos ocultan esta verdad. A las mujeres, simplemente se les dice que es un procedimiento ambulatorio, que no es necesario que ella se quede mucho tiempo en recuperación en el lugar donde le realizan el aborto, pero que si debe reposar en su casa. Muchas veces ahí termina todo. Inician el procedimiento, sedan a la mujer, y cuando despiertan son devueltas a sus casas como si nada hubiera pasado.
Sumado a lo anterior, considero y además estoy en total desacuerdo con que el asesinato de seres humanos este apoyado por los mismos países que se supone deberían ser aquellos que proveen seguridad a sus ciudadanos. Pero como es evidente, ni siquiera a los más indefensos les interesa proteger. ¿De qué sirve o en qué se justifica que quieran cuidar a la primera infancia si solo se hace desde que los bebés salen del vientre, pero antes de esto, no hay seguridad alguna? ¿Dónde queda la premisa que dice “el vientre materno es el lugar más seguro del mundo”?
Entonces me pongo a pensar en la hipocresía en la que convivimos hasta con nuestra propia raza, queriendo eliminar a los más pequeños, sin pensar en el futuro de las naciones, su población y la construcción social que se desprende luego de la eliminación de una gran cantidad de seres humanos, por eso me duele, pero a la vez llama mi atención mencionar que el aborto es el holocausto silencioso de a actualidad.
Es un holocausto, porque millones de seres humanos indefensos han sido asesinados a causa del egoísmo, la ambición del dinero y de lucrar un negocio con sangre de inocentes, con una excusa que al principio parece buena: querer ayudar a las mujeres en crisis, en situaciones extremas y así brindarles la mayor y “mejor” información acerca de su sexualidad, sus derechos y los mecanismos y opciones que tiene para cuidarse o simplemente para solucionar su problema.
Esta cruda realidad la enfrentamos todos los días, una insensibilización y pérdida de sentido del valor de la vida, una constante mentira de lo que es el aborto y muchas más vidas devastadas por esta causa. El aborto no solo acaba con la vida del bebé que está en el vientre, también la vida de la mujer es la que se daña, la del hombre, que acompaña o se entera luego de que su compañera ha abortado. Las consecuencias son para los dos, pero como todo se mantiene en silencio, a veces ni siquiera se entienden algunos trastornos psicológicos, de comportamiento y relacionamiento social, que cambian el temperamento de mujeres u hombres que han pasado por un aborto, hasta que reconocen este hecho.
Igualmente no podemos olvidar el gran negocio que hay detrás de todo esto. ¿Sabes el valor de un aborto en tu país?, por lo menos en Colombia es costoso, está entre unos $ 500.000 y 1’200.000 o lo equivalente a 250 US y 650 US, algo que en realidad no es nada barato y si la mujer no cuenta con el dinero, se le financia con dineros del sistema de salud nacional.
Realmente horrible, ¿verdad?, si, así es, pero no sientas que todo se ha perdido. Con este cruento panorama solo queda el deseo de querer cambiarlo todo, de volcar la mirada para que de nuevo los jóvenes tengan esperanza y ganas de trabajar por quienes más lo necesitan. Ya es suficiente con que además de toda la pobreza, hambruna, desigualdad social en el mundo, le estamos sumando al dolor y angustia del mundo, el asesinato de aquellos niños que aún no conocen la luz del día, no llegan a sentir el abrazo de su mamá, no logran encontrar el refugio y cuidado de seres que los aman. Pero es hora de hacer el cambio! De tomar el mundo con tus propias manos!, si eres testigo de lo que aquí se ha mencionado, no dudes en querer mostrar que se puede cambiar el panorama, de gritar que la vida hay que defenderla desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, que somos más los que aún tenemos esperanza, somos más los que creemos que ante un embarazo inesperado, nunca no deseado, hay muchas más soluciones, antes que la de acabar con esa diminuta vida, que la mujer tiene derecho a conocer la verdad de un aborto, sus consecuencias y verdaderos riesgos, al igual que el derecho del hombre de conocer que su pareja está embarazada y tal vez está pensando en tomar la vida de su hijo como propia, es momento de decirle SI A LA VIDA, de ser la voz de los que no la tienen y que han sido silenciados por este holocausto moderno que ha acabado con generaciones, que ha destruido sociedades, familias y proyectos de vida.
Por eso te invito a que dejes de lado la indiferencia, ante un tema que se ha convertido en algo controversial, pero es que aquí el asunto es de más seres humanos, que no tienen la culpa de venir al mundo, el asunto es que nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro, el asunto aquí es de hablar con la verdad, el asunto aquí es de buscar soluciones antes que decirle a una mujer aborta, el asunto aquí es recobrar el amor por la vida. Por que somos la generación ProVida!