Destacado

Los niños, los vencedores con decisión de la Corte

Los niños, los vencedores con decisión de la Corte / Opinión

“El entorno óptimo para mejor desarrollo psicoafectivo de un menor es un hogar con padre y madre”.

Por: Danelia Cardona MD MRCPsych / Para EL TIEMPO

El fallo de la Corte Constitucional respecto a la adopción de niños por parte de parejas homosexuales sólo deja a un grupo de vencedores: los niños. Los niños siempre han sido los grandes protagonistas de este debate y el Estado ha sido coherente al asegurar, por ahora, este medio por el cual se protege al menor en una situación de desamparo.

No es una decisión discriminatoria. Europa al que buscamos emular tanto, en el Artículo 14 de la Convención Europea de Derechos Humanos, establece que en cuanto al derecho a la igualdad, existe la posibilidad de un trato diferenciado, el cual no se considera discriminatorio siempre y cuando se persiga un objetiva legítimo; en este caso, el bienestar del niño en situación de desamparo, como un bien superior y no el de la pareja que busca adoptar.

En la Convención de los Derechos del Niño se establece que el niño es el titular del derecho a los estándares más altos de vida, y por esto, sumado a la evidencia científica disponible, el entorno óptimo para el mejor desarrollo psicoafectivo de un menor es en un hogar conformado por padre y madre.

La hipótesis de “no hay diferencia” no es ciencia establecida, ya que la mayoría de estudios que establecen esta conclusión, incluyendo los de la Academia Americana de Psicología, son estudios débiles donde el número de personas era muy bajo. Por ejemplo, un análisis de estas investigaciones reveló que 77% de estas tenían menos de 100 participantes. No toda la evidencia científica es buena ciencia.

La familia se encuentra hoy menoscabada y atropellada por diferentes estrategias jurídicas y jurisprudenciales “no doctrinales” donde se busca reconstituir su conformación bajo la teoría de los constructos sociales y culturales, dando a entender que la persona humana, su relación con sí misma y su entorno es un concepto meramente cultural, dejando de lado la profundidad de lo que verdaderamente significa ser persona. La familia no es un constructo social ni cultural, es el mejor medio que hemos descubierto para criar nuevas generaciones, como lo dice el Rabino Jefe de Inglaterra Lord Jonathan Sacks en el siguiente aparte:

«Pero nuestra compasión para aquellos que escogen vivir diferentemente no debe inhibirnos de abogar por la institución más humanizante y única de nuestra historia.
La familia, hombre, mujer e hijo; no son una opción de vida dentro de muchas.
Es el mejor medio que hemos descubierto para el fomento de futuras generaciones y posibilitarle a los niños crecer en una matriz estable y de amor.
Es aquí donde se aprende la delicada coreografía de lo que es el ser relacional y cómo manejar los conflictos inevitables dentro de cualquier grupo humano.
Es aquí donde primeramente tomamos el riesgo de dar y recibir amor.
Es aquí donde una generación le pasa a la otra sus valores, asegurando así la continuidad de una civilización.
Para cualquier sociedad, la familia es el pilar de su futuro, y por el bien del futuro de nuestros niños, nosotros debemos ser sus defensores»
Rabino Lord Jonathan Sacks, Conferencia Humanum, Roma, 2014

Danelia Cardona MD MRCPsych
Médico Psiquiatra
Especialista en Bioética
Directora
Departamento Promoción y Defensa de la Vida
Conferencia Episcopal de Colombia