BOGOTÁ, 31 Ene. 13 / (ACI/EWTN Noticias).- Según revelaron diversos relatos de ex guerrilleras y documentación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), recogidos por la prensa colombiana, este grupo narcoterrorista obliga a sus propias integrantes que quedan embarazadas a abortar, sumando alrededor de 1.000 abortos por año.
El diario colombiano El Espectador reveló reportes internos de las FARC en los que se evidencian abortos realizados a mujeres que integran la organización narcoterrorista, incluyendo la orden del cabecilla Víctor Julio Suárez Rojas (Mono Jojoy), muerto en 2010 y que solía decir que era “mejor no engendrar, porque toca eliminar”.
Citando a un anónimo experto en inteligencia policial, el diario colombiano denunció que cada 36 horas una guerrillera de las FARC es sometida a esclavitud sexual por parte de cabecillas o mandos medios. De acuerdo a la información, se han detectado casos de mujeres que han tenido hasta cinco abortos antes de abandonar la organización narcoterrorista.
“Por cada guerrillera se calcula que entre cinco y siete guerrilleros pueden tener relaciones sexuales con ella durante su militancia”, denunció la fuente del diario.
A las mujeres que quedan embarazadas se les obliga abortar, indicó el diario, y “a la que se niega le hacen un consejo de guerra y la fusilan o le imponen trabajos forzados para hacerla abortar”.
Un informe del Estado Mayor de uno de los frentes del grupo narcoterrorista, el 40, con fecha 2007, revela que en ese periodo “se han practicado un total de 17 legrados (abortos)”.
Un correo electrónico de “Mono Jojoy” de 2006 indicaba que “la planificación (sexual) es obligatoria y en los casos de embarazo (hay que) realizar el legrado. Hay que mantener el secreto de las áreas de los hospitales evitando que los pacientes conozcan todo lo que se tiene. Sólo en casos de extrema gravedad se propone sacarlas para la ciudad”.
Los supuestos médicos que participan en los abortos, según se entiende de los correos electrónicos internos de las FARC, son “empíricos” y se utiliza un medicamento “específico para las úlceras que produce contracciones uterinas”.
El diario colombiano también cita a una mujer que abandonó las FARC relatando que sólo las que son pareja del comandante tienen la posibilidad de tener hijos, mientras que “al resto las hacen abortar a las malas”.
Un agente de inteligencia consultado por El Espectador aseguró que “cuando reclutan a las niñas, incluso de 12 o 13 años, ya las hacen planificar en las FARC y las adoctrinan diciéndoles que hace parte de la causa revolucionaria”.
Evidenciando el drama del síndrome post aborto, uno de los relatos citados por el diario colombiano señala que a las mujeres “con tres tablas hacen una camilla y les meten droga y las duermen. Cuando se dan cuenta ya están sangrando. A una de ellas cuando le sacaron el niño la pusieron a hacer guardia y ella se mató de un tiro”.